sábado, 15 de mayo de 2010

Fuerza

Fuerza para amar sin esperar ser amado
Fuerza para soñar, y hacer algo por cumplir los sueños
Fuerza para caminar, día a día en medio de basura y no transformarse en parte de ella
Fuerza para ver la miseria del mundo , para soportar que nadie se inmute y para que esa angustia se transforme en ayuda
Fuerza para estar con quienes necesitan apoyo y nadie mas que tu se los da
Fuerza para, muchas veces, verse en medio de la nada y tener el coraje de no caer, de mantenerse en pie
Fuerza para salir adelante una vez que te has dado cuenta que tu vida es tuya y que nadie mas la vivirá por ti
Fuerza para darle la mano al miserable a pesar de que sepas que al dejarlo seguirá siendo miserable
Fuerza para sonreír aunque no lo sientas solo por darle alegría a alguien que la necesite
Fuerza para caminar hacia un futuro incierto al que se esta obligado a llegar
Fuerza para llorar cuando se siente la derrota sobre los hombros , y para dejar de llorar y dejar la derrota en el pasado
Fuerza para hacer lo que te gusta cuando nadie mas comprende tus pasiones
Fuerza para decir lo que piensas, tal cual y sin adornos, cuando sabes que tus ideas son diferentes a las de los demás
Fuerza para abrir los ojos cada mañana, para comenzar el nuevo día sin perturbaciones
Fuerza para cerrar los ojos cada anochecer, y dormir sin remordimientos ni frustraciones del día
Fuerza para aceptar la dificultad de ciertas metas y hacer hasta lo imposible por alcanzarlas
Fuerza para aceptar que nada es imposible, y que si no logras algo que quieres es porque no has hecho lo suficiente
Fuerza para vivir luchando por tus ideales , por la justicia, el bien común y la paz
Fuerza para aprovechar cada momento , y para nunca olvidar que cada uno crea su propia realidad.


Por Constanza Cerda G. - del 23 de septiembre del 2007 -

domingo, 9 de mayo de 2010

Al viento de otoño, frío y fugaz.


Me regalaste una mirada, y a cambio, te ofrecí una sonrisa
ya entre tímidas risas hablamos un poco
me diste la mano, tocaste mis cabellos
me sentí tuya

y lo fui.



Por Constanza Cerda G.