Preocúpate.
Cuando las lágrimas te lleguen hasta el ombligo.
Constanza Cerda Gosselin
lunes, 23 de diciembre de 2013
jueves, 28 de noviembre de 2013
Ver para creer
Y nos íbamos juntos al cielo,
y cuando llegábamos yo te decía: Viste que Dios existe
y tu me mirabas a los ojos y asentías sonriéndome
como si te hubiera dado el regalo mas hermoso.
como si te hubiera llevado al cielo.
Constanza Cerda Gosselin
y cuando llegábamos yo te decía: Viste que Dios existe
y tu me mirabas a los ojos y asentías sonriéndome
como si te hubiera dado el regalo mas hermoso.
como si te hubiera llevado al cielo.
Constanza Cerda Gosselin
martes, 12 de noviembre de 2013
Andar con tacos
Y mientras todas lo hacen para lucir más delgadas, más finas y que sé yo qué más...
Yo, lo hago como excusa para estar unos centímetros más cerca de tus labios.
Constanza Cerda Gosselin
Yo, lo hago como excusa para estar unos centímetros más cerca de tus labios.
Constanza Cerda Gosselin
jueves, 7 de noviembre de 2013
Identidad
Si cuando quisieron imponeros un estilo de
vida ajeno al nuestro hubiéramos sido un país un poco más testarudo, hoy seríamos mucho
más auténticos.
Constanza Cerda Gosselin
martes, 29 de octubre de 2013
Libre mercado
El éxito del libre mercado se debe a aquellas personas que insisten en comprar felicidad, cuando en realidad ésta es gratis, y se encuentra a la vuelta de la esquina: en un amigo, en un familiar, en un amor, o simplemente, en la vida misma.
Constanza Cerda Gosselin
Constanza Cerda Gosselin
jueves, 24 de octubre de 2013
Para valientes
Tener miedo a equivocarse, es tener miedo a aprender.
Tener miedo a aprender, es tener miedo a crecer.
Por eso, crecer es solo para valientes.
Constanza Cerda Gosselin
martes, 15 de octubre de 2013
Arcoiris
El negro no siempre es elegante,
ni el rojo siempre prostituto
El rosado no siempre es infantil,
ni el blanco siempre puro.
Ni el celeste masculino,
ni el gris un deprimido,
ni el beige un híbrido
ni el azul patriótico
ni el ocre un desconocido.
Los colores son como las personas,
no siempre son lo que parecen.
Constanza Cerda Gosselin.
sábado, 28 de septiembre de 2013
Isla Tenglo
Tenglo Tenglo Tenglo
Tu no tienes nada
Tenglo 3 ovejas
en una cabaña
Constanza Cerda Gosselin
domingo, 22 de septiembre de 2013
1 de 3 y cargando
El montañista solo puede decir que ha alcanzado una cumbre,
cuando ha vuelto a abrazar a su mujer;
y podrá alardear de sus aventuras y desventuras,
cuando luego del regreso, la haya hecho nuevamente suya.
El arquitecto solo podrá decir que ha terminado su obra
cuando vea en ella disfrutando a las personas
y podrá alardear de sus conceptos y formas
cuando oiga que nadie le reclama.
El hombre solo podrá decir que es hombre
cuando los hijos de sus hijos aprendan de el
lo que es bueno, lo que es malo
y podrá alardear de su vida y de sus viajes
cuando sepa que quien lo escucha lo conoce
y sabe perfectamente como es.
Constanza Cerda
viernes, 20 de septiembre de 2013
Un momento de silencio, por la pérdida de talentos.
Tocaba y retocaba la misma canción,
al primer tono desentonado
tocaba y retocaba la misma canción
Era de esas que recordaban la infancia,
que sacaban a flote algo de emoción
y que algún día supimos tocar
Pero su madre , su mala madre
le obligó a enmudecer su talento
en un acto de forzada sumisión
Le ordeno que le entregara el instrumento
que según ella al resto molestaba
y que a mi no me molesto en ningún momento
el desenlace no necesitaba traducción
la madre guardo el instrumento
y a la niña le entregó un i phone
Me baje de la micro
La niña tocaba y retocaba su i phone
La micro partió en silencio.
Constanza Cerda Gosselin
lunes, 5 de agosto de 2013
La niña de Vespucio con Bilbao
Cuando yo aun jugaba a las escondidas te conocí.
Tú, un par de años menor que yo, comenzabas a palpar la crudeza de la calle.
Era el tiempo de las micros amarillas y cada tarde, de vuelta del colegio, te veía en la misma esquina.
Aquella que fuiste haciendo tuya poco a poco.
Inviernos, otoños, primaveras y veranos pasaron, dejé el colegio para entrar a la universidad y ya sentía que te conocía, aunque seguía pensando que ese no era tu lugar, a pesar de tu insistencia en hacerlo tuyo.
Te desenvolvías en él con total naturalidad, eras parte del paisaje e inevitable punto de detención de mi mirada, que tras la ventana de la micro, iba detectando cómo el rostro se te hacia más moreno, cómo comenzaban a surcarte las arrugas a tan temprana edad.
Pasaron los años ... nunca jugaste a las escondidas, no fuiste al colegio, ni mucho menos a la universidad, pero ahí estabas:
Morena, delgada, el pelo tomado, de brazos largos y piel agrietada por el sol, siempre sonriente al minuto de acercarte a golpetear la ventanilla de algún auto para que te dieran una moneda, sin quererlo le dabas algo de inocencia a esa esquina frenética, en la cual probablemente nadie más reparaba, pero para mi, no eras solo parte de mi camino, sino alguien que sin quererlo me hiso admirar su fuerza luchadora, su constancia, y sus ganas de salir adelante.
El día en que dejes esa esquina, probablemente sea el día en que hayas encontrado un mejor pasar, sin embargo, para mi esa esquina no sería lo mismo sin ti.
Constanza Cerda Gosselin
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