lunes, 24 de enero de 2011

Alguna vez...Fingir.

Fingir que estas contento de ver a esa tía que ves una vez cada diez años, esa que te agarra fuerte de la mejilla y te dice que te conoce desde que naciste, que te cambiaba los pañales.

Fingir que eres cordial cediéndole el asiento a una anciana en la micro, cuando estas con alguien que te interesa impresionar.

Fingir que no viste a la anciana, para no tener que cederle el asiento, cuando estas solo.

Fingir que la comida que acabas de tragar es la más rica que has probado. En el fondo, el cariño no la hace más buena, hace que no puedas decir la verdad respecto a lo mala que es.

Fingir que escuchas interesadamente a alguien, mientras piensas en la inmortalidad del cangrejo, de tu cangrejo favorito, ese que justo aparece en tu memoria cuando las personas comienzan a aburrirte.

Fingir que el regalo que te dieron te gustó inmensamente. Ese típico que no sabes donde poner y preferirías botar a la basura, y que, sin embargo, aun conservas.

Fingir que no te interesa la política cuando te encuentras con alguien que habla en contra de tus pensamientos, para no llevarle la contra y no empezar a discutir.

Tomar el diario (al revés) y fingir que sabes leer. A los 4 años.

Fingir que te acuerdas de lo que acabas de hacer. A los 80 y tantos.

Mirar a todos lados para asegurarte que no hubo testigos de tu tropiezo ridículo, retomar el paso: fingir que ese tropiezo nunca existió.

Fingir que te gusta lo que a otros les gusta, solo para dar buena impresión, caer bien.(bien bajo)

Que el corte que rebanó parte de tu dedo no te duele nada, para no asustar a tu hermano chico.

Fingirte osado solo para sorprender (quizás inútilmente) a la persona de tus sueños.

Fingir sorpresa cuando te han contado algo que ya sabias.

Pasar gratis, fingir que pagaste.

Fingir que no estas perdido, cuando no tienes la puta idea de donde estas parado.

Evitar la mirada, voltear, acelerar el paso, cruzar a la otra cuadra: fingir que no viste a un conocido.

Fingir que no ha pasado nada, cuando ha pasado de todo.

Y mi favorita: Fingir que te sabes la letra de esa canción que tanto has escuchado y que aun no logras descifrar.



Constanza Cerda Gosselin.

martes, 18 de enero de 2011

Un cuento para antes de dormir, para después de despertar.

Ordenando mis recuerdos te encontré. En realidad, y como suele sucederme, buscaba otra cosa, Pero apareciste tu, tal cual como te había dejado no sé cuantos años atrás. Quizás te acompañaba algo más de polvo, pero casi ni lo noté. Por un momento quise saber si algún día, ordenando tus recuerdos me hubieras recordado como yo a ti. Pero no, ordenar era una de las tantas cosas que yo hacia con sonrisa, y tu, con desprecio. Me imagine enterrada bajo mil telarañas en alguno de tus cajones, Y no me sorprendió, cuando años después, hurgueteando tus cosas, encontré mi fotografía desteñida por el tiempo, carcomida por la soledad. Nunca te pregunte por qué me tenías tan descuidada siendo que yo a ti te guardaba con tanto cariño, no te pregunté, porque precisamente cuando voltie mi fotografía leí lo siguiente:

“los seres mas amados han de guardarse en los cajones menos trajinados, por eso es que te guardo aquí, para que puedas vivir tranquilamente, sin perturbaciones y en paz. Así no escucharas mis lamentos cada noche , en los que mas de un llanto se me escapa al sentirme en soledad, así, no veras que cada noche me dormía abrazando la almohada imaginando que eras tu, abrazándome a mi, así, no escucharías mi corazón latir a cada instante, por ti...”

Ese mismo día, tomé su fotografía, bien cuidada, y la puse en el sótano de mi casa, para que así, nunca mas escuchara mis oraciones en las que rogaba que algún día, quizás por acto divino, se volviese a enamorar de mi.

Desperté contigo a mi lado, tarde o temprano volveríamos a estar juntos, lástima que fuese tanto tiempo después, ya viejos, en otra tierra.


Constanza Cerda Gosselin

viernes, 14 de enero de 2011

Un soplo egocentrico

Soy porfiada por naturaleza, llevada de mis ideas y criticona

Tengo la mala costumbre de dejar mis cosas repartidas sin orden aparente y de irritarme si las cambian de lugar

No me destaco precisamente por encontrar lo que me piden que busque, nunca encuentro nada. Es por eso que siento que las cosas no hay que buscarlas, llegan solas y en el momento preciso.

No me gusta tomar desayuno, ni comer postre, y tampoco comer entremedio de las comidas importantes

Amo escuchar música e intentar aprenderme las canciones, no tengo filtro alguno para la buena o mala música, escucho de todo lo que me ha hecho receptora de más de alguna broma

En la mañana me lavo los dientes en la ducha, no se si es bueno o malo pero lo hago y me gusta

Pocas cosas superan mi placer de caminar en la noche, es allí donde pierdo la razón y mi mente disvaría sin limite alguno, todo se vuelve surreal.

Me gusta caminar, me bajo antes de la micro para hacerlo y disfrutar del camino a pie, tengo mis veredas favoritas, aquellas donde llega sombra, hay arboles, la gente no me hace sentir ahogada y siento que tengo un espacio para mi, dentro de mi inmensa ciudad

Creo en Dios como creador de todo el universo existente que nos rodea, creo en el como un ejemplo de valores humanos y dignos a seguir. No le pido nada, solo le doy gracias por lo que tengo, lo que no tengo, lo que soy y seré.

Soy de las que dicen que no les gusta la política y sin embargo no puedo evitar hablar de ella, provoca una controversia que evidencia los pocos y malos argumentos con que la gente intenta defender lo que piensa. Hablar de política es recalcar su superficialidad, inconsciencia e intolerancia

No creo en la igualdad, sí en la justicia y el bien común, en la libertad no se, es mas compleja, pero quisiera pensar que sí existe

Soy una convencida de que las sonrisas te cambian la vida, provocan una reacción inmediata en lo mas profundo que conecta directamente el alma de dos personas, me hacen alucinar

No me gusta el chocolate ni tomo bebida desde hace cuatro años, nunca fui buena con los números y tengo una memoria tan frágil que a veces no recuerdo quien soy ni como me llamo, finjo saberlo, mis manos siempre rayadas con recordatorios lo evidencian

He aprendido que a veces el computador es buena compañía, que los abre-fácil nunca son tan fáciles y que la familia es lo único que tenemos que aceptar tal como es y amar incondicionalmente

Admiro a quienes han luchado por la paz, a quienes son capaces de darlo todo por sus amigos, incluso la vida

Le temo inmensamente a la soledad de espíritu

Respeto profundamente a la naturaleza, desde el insecto más pequeño hasta la furia de las olas del mar, aborrezco a quienes dañan mi madre tierra

A pesar de mi mala memoria hay cosas que nunca olvido, son esos detalles que te marcan de por vida y que en el fondo te hacen ser lo que eres

Uso la ropa hasta que está tan rota que no se puede ni arreglar, lo mismo con los zapatos, las cosas hay que aprovecharlas al máximo

Hace algunos años que deje atrás una manera poco correcta de reaccionar: impulsivamente, no es que ahora no lo sea, es que trato de no serlo, no ayuda y a veces es hiriente

Tengo fantasías varias, que pocas personas saben, y que estoy segura que podre hacer realidad

Creo en el poder de las masas humanas como un poder existente y real, y con el cual se han gestado las mayores revoluciones de la historia, sin embargo, aun no encuentro una persona que sea capaz de liderar a las masas sin entrometer sus ansias de poder y de manipulación en el medio

Siento una debilidad declarada ante quienes saben mucho y lo enseñan apasionadamente, ante aquellas personas que logran captar momentos con pocos trazos en un papel, y ante esas personas que buscan en la vida lo que nadie busca y que, convencidos de ello, son inmensamente felices

Me alejo de los doble estándares, de los mentirosos, de los falsos, no así de los feos, diferentes, discapacitados o huraños

Adoro inmensamente el calor del sol directo sobre la piel, tanto así que podría pasar tardes enteras con los ojos cerrados solo sintiéndolo

Me he autoconvencido de que el valor de las ciudades esta en la ocupacion de su espacio publico, es este el que refleja directamente la forma de vivir de las personas , una extrapolacion de su esencia como cultura y sociedad.

Soy patriota los 12 meses del año, no creo en el subdesarrollo, y siento que avanzamos, de apoco.

Estoy convencida de que las personas no cambian, no podemos pretender cambiarlas al gusto de uno, eso solo evidencia el egoísmo de querer que las cosas salgan a nuestro modo

Que un desconocido te dedique una sonrisa o una mirada sincera, es invaluable.

Cada persona es un universo infinito de conocer , es allí cuando comenzamos a comprender que las palabras sobran, en el fondo , nada de lo que uno predica de uno mismo es valido si no se ve reflejado en los actos que llevamos a cabo a diario...

Aveces un poco de egocentrismo es bueno, para darnos cuenta que somos nada especial : simples mortales, ni mas, ni menos.



Constanza Cerda Gosselin.

martes, 4 de enero de 2011

Yo y mi otro yo.


Me siento odiada , rechazada y no querida por unos,
amada profunda y sinceramente por otros ;

los unos se sienten odiados por mi, a pesar de que los ame,
lo otros se sienten amados por mi, sin dimensionar la fuerza y la pasión que realmente siento por ellos

el odio y el amor no me son compatibles

Afortunadamente.



Constanza Cerda G.