Y así fue como me cupo toda mi vida en dos mochilas,
y todas mis ilusiones en el corazón.
Empecé a pincelar la acuarela de mi propio destino,
empapada en emoción.
No sentí el peso del equipaje, sólo sentía mis latidos y con ellos
los de quien me acompañaba en la aventura,
era fuerza pura, era el título de una aun no escrita canción.
Constanza Cerda Gosselin
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