domingo, 18 de octubre de 2015

El comienzo es clave

Asi como felicidad empieza con Fe, ciudadanía empieza con Ciudad.


Constanza Cerda 

domingo, 2 de agosto de 2015

Arquitecturaliteratura

Esa sensación tan arquitectónica de lleno - vacío que queda después de terminar de leer un buen libro.

Constanza Cerda 

viernes, 31 de julio de 2015

Divorcio en cuatro patas

Era grande, de pelo negro,  patas flacas y largas, y una mirada irreverente.
Estaba recostado sobre el mantel de una de las señoras que se ponen en la feria a vender los artículos menos pensados, tomaba el sol del medio día muy cómodamente, mientras la señora le reclamaba:
"Córrete divorcio, córrete!, no ves que no dejas pasar?!!!"

Nunca había entendido porqué lo habían llamado así, hasta ese día. 
Se levantó, miró a su ahora ex señora, y se fue a vivir su vida de perros.


Constanza Cerda

jueves, 26 de febrero de 2015

Acordeón 501

Sus bolsillos estaban vacíos a pesar de haber sido un día de arduo trabajo. No entendía por qué, pero ese día no había logrado obtener  monedas en ninguno de los varios viajes que hizo.

Cansado, y con un último esfuerzo esperanzado en no volver con las manos vacías a casa, tomó la última micro del día. Se instaló como de costumbre en una esquina, lo suficientemente segura como para que los pasamanos pudieran detenerlo en caso de alguna frenada, puesto que su avanzada edad no le favorecía en equilibrio ni fuerza, y vestido como señor de otra época, aunque muy acorde a sus modales y edad, saludó al público, comenzando con un gesto de hombre de orquesta a tocar. 

Su mano derecha bailaba ágilmente sobre las teclas, tan rápido y tan ritmico que era dificilísimo distinguir el momento preciso en que eran presionadas, sólo se oía el sonido continuo y exacto que se fundía con los botones presionados con igual destreza por su mano izquierda, ambos ritmos se hacían uno con el vaivén del fuelle, el cual era en parte impuesto y en parte se dejaba llevar por el propio vaivén de la micro. 

Tocó, y tocó mucho, canción tras canción y su público intermitente quedaba fascinado sin distinción de sexo, edad u ocupación. Tanta pasión le dedicaba el señor, por ser su último viaje del día, que los pasajeros no querían interrumpirlo, aunque deseaban dejarle más de una moneda en sus manos.

Juana, una mujer mayor se bajaba en Salvador, y le dejó a un joven que estaba sentado cercano a la salida algunas monedas para que él se las entregara al hombre de la música cuando acabara.
Andrea y Felipe, dos compañeros de colegio debían bajarse en Pedro de Valdivia, y recordando el gesto de la señora, hicieron lo mismo, dejándole al mismo joven algunas monedas para el señor.
Pedro y su hija Florencia, María una joven colombiana, Esteban un caballero de sombrero y Sofía una mujer sorda se bajaron en Tobalaba, dejándole al mismo joven un puñado de monedas para el señor.

Así fue como en Vespucio, Manquehue, Tomas Moro, Padre Hurtado y aún más allá el joven fue acumulando tantas monedas que tuvo que pedirle prestada una bolsa de tela a una señora para irlas guardando.

El hombre del acordeón no cesaba su música, tocaba con los ojos cerrados percibiendo solamente el viento en su rostro y la música en sus manos, y con el corazón apretado seguía tocando poniendo cada vez más fuerza, a razón de sentirse desconcertado al no recibir aún ninguna moneda. ¿Estaré haciendo algo mal? Quizás ya no toco como antes...Era lo que pensaba mientras intentaba tocar como nunca lo había hecho.

La micro se detuvo y el conductor hizo señales para que bajaran de la micro al haber finalizado su recorrido, el hombre del acordeón no podía creerlo, no había nadie en la micro y él llegaría a casa con las manos vacías, bajó y caminó sin rumbo, estaba muy lejos de su hogar, no tenía dinero para tomar otra micro. 

Caminó algunos pensamientos cuando una mano en su hombro lo distrajo de ellos. Se volteó y vio a un joven muy delgado, de mediana estatura, con los zapatos muy gastados, polera sucia y pantalones agujereados, tenía una mirada muy amable y sonreía.
- Esto es suyo, señor. Usted nos ha regalado un viaje maravilloso. - Le dijo el joven pasándole un kilo y medio de admiración, agradecimiento, sonrisas, y sueños.
El hombre sin entender recibió la bolsa y al mirar su contenido buscó los ojos del joven con muchas preguntas en su cabeza.
-¿Para mi? ¿Porqué? - Replicó.

El joven le explicó paso a paso como fueron sucediendo las cosas, desde que el señor se había subido a la micro, cómo las personas le fueron pasando las monedas poco a poco, cómo incluso una mujer sorda le dejó monedas y cómo el joven decidió acompañarlo hasta el final del recorrido sólo para seguir recolectando monedas y podérselas entregar al final del camino.

El hombre estaba emocionado, eso era más de lo que él hubiera recolectado en una semana de trabajo, y estaba feliz. Se sintió tan agradecido de todas esas personas, sintió que su trabajo había valido la pena, pero sobretodo estaba agradecido de ese joven, que sin conocerlo había decidido acompañarlo y cobijar un tesoro para él.

-Ten, toma la mitad. - Le dijo al joven - Tu también fuiste parte de esto, sin ti yo no hubiera podido juntar tal recompensa.
El joven lo miró asombrado, y recibió muy agradecido la mitad de la bolsa, su familia estaría muy feliz de tener un dinerito extra para la comida del día siguiente. 

Y así fue como ambos unieron camino de vuelta a sus hogares, el joven le insinuó que le gustaría aprender a tocar el acordeón y el señor se ofreció gentil a enseñarle, descubrieron además que vivían cerca, y soñaron con que algún día tocarían juntos en alguna micro y que no lo harían para recibir monedas, sino simplemente para alegrarle la vida a todas esas cientos de personas que viajan a diario y que gustan de distraer sus corazones de la bulla de la ciudad con un poco de amor hecho música.

Ambos llegaron a casa felices por la gran recompensa que le dio ese día: Un nuevo amigo, un maestro y un joven soñador.

El cariño desinteresado une los corazones desconocidos, gestos simples nos hacen la vida más bella.
Agradecimiento a todos aquellos cantantes que nos alegran la vida en las calles, y que muchas veces, no reciben a cambio lo que merecen.

Constanza Cerda 

jueves, 29 de enero de 2015

Sonrisa Panadería

Era de unos doce o trece años, vestidita de verano, cola de caballo y chasquilla recta.
Era la hora de la tarde, esa en que coinciden los trabajadores que vuelven al hogar, los enamorados que se reencuentran, los que aprovechan el atardecer para hacer deporte, y los que esperan la salida del pan.
Y allí estaba ella, entusiasmada insinuándole a quien imagino era su abuelita, que le comprase alguna de aquellas tartas de ensueños con frutos brillantes y coloridos que tanto llaman la atención. 
La abuelita accedió a tal petición y mientras fue a pagar le dejó la bolsa del pan a la chica.

Giraba y giraba la bolsa del pan la niña sobre una mesa redonda que giraba sobre su base.
Giraba la bolsa del pan, giraba la bolsa del pan, tanto que hasta los huevos parecieron batirse un poco más.

Y entre giro y giro me miró a los ojos.

Yo al otro lado de la vitrina, en la calle, sosteniendo la bicicleta le esbocé una sonrisa, que fue devuelta, aunque preguntándose qué hacía yo ahí del otro lado mirándola tan detenidamente.

En nuestra complicidad, a uno y otro lado del vidrio, ella continuó girando el pan en la mesa, giraba y giraba a espaldas de la abuela, en frente de mis ojos.

La fuerza centrífuga hizo lo suyo dejando caer la bolsa del pan al suelo. La niña en segundos la tomó, se irguió como si nada hubiese pasado y corroboró rápidamente que la abuela no la hubiese visto. 
Acto seguido se giró hacia mí y me regaló una pequeña e instantáneamente contagiosa carcajada.
Sólo ella y yo sabíamos lo que había ocurrido.

Me reí hasta que volvió mi pareja, a quien esperaba, de la panadería. 
Me fui con él, y ella con su abuelita, pero su sonrisa me acompañó todo el camino de vuelta a casa. 
Esa es la hora del pan y ella... ella era la pequeña sonrisa panadería.

Constanza Cerda

sábado, 27 de septiembre de 2014

Descartes

-¿En qué piensas?
-En nada, y tu?

Y antes de que pudiera siquiera responderle, 
dejó de existir.

Constanza Cerda 

sábado, 13 de septiembre de 2014

Entretanto, vivir.

Y entre tanto, 
Dejaste de mirar a las personas a los ojos
dejaste de sonreír sin motivos
dejaste de pisar las posas de agua
dejaste de mirar al cielo
dejaste de mirarte a ti mismo
dejaste de mirar a los demás

Entre tanto, dejaste de caminar de la mano.
Dejaste de vivir.



Constanza Cerda 


lunes, 8 de septiembre de 2014

Los sin recuerdos

Hay varios de esos en el camino curvilíneo y veloz que bordea el rezago de lo que alguna vez fue un río, y que hoy es apenas una lágrima tierrosa escondida bajo el ruido de los camiones que la succionan.
Nunca he entrado en uno, ya que el viaje es tan curvilíneo, y tan veloz, que apenas deja tiempo para afirmarse y para rezar pidiendo por no morir desbarrancado.
Son como pequeñas casitas, tan variadas en forma, textura, tamaño y color como todas las que acompañan durante el camino.
Sólo se distinguen por su letrero, generalmente pintado a mano con letra cursiva como el camino, o imprenta como las vetas de los cerros que empinados abrazan la cuenca.
Como nunca he entrado, imagino que son lugares únicos de magia y ciencia.
En ellos, imagino que entran las personas amnésicas, que quizas por un golpe en el viaje quedaron sin memoria. Imagino que van también niños pequeños, de esos que apenas recuerdan lo que comieron al almuerzo, y también ancianos, que naturalmente recuerdan menos.
Aunque yo tengo mala memoria, nunca he entrado, pero imagino que dentro esta lleno de máquinas mágicas, con pasas, té verde y toda serie de químicos y recetas antiguas para la memoria.
Atendidos por lugareños se sientan los visitantes en una silla de madera con vista a la cordillera, les cierran los ojos, y en ese preciso momento hacen que la magia ocurra.

Sale una mujer de la mano de un niño, seguidos por un anciano de bastón y sombrero, cada uno con un objeto en su mano: una cajita, un tejido y un dulce. Se fueron felices para sus casas y detrás de ellos quedaba la pequeña casita con el letrero que decía:

"Recuerdos del cajón del maipo"

 Y mientras yo pasaba veloz en la micro, imaginaba cómo era posible comprar recuerdos.

Constanza Cerda 

viernes, 11 de julio de 2014

Aunque igual la vida, se encarga de solucionarlo.

No le hagas a otros lo que no te gustaría que te hicieran a ti.

Gran filosofía, alardeada por muchos, adoptada por pocos.

sábado, 5 de julio de 2014

Ella

Cuando nació, su pequeña figura apenas sobrepasaba el contorno de una de las manos de su padre.
El doctor que en esos años ayudó a su madre a traerla al mundo, les advirtió con poca esperanza que la niña viviría no más de una semana. 
Y así fue.
Vivió la semana más larga que alguien hubiera vivido jamás.

El día lunes lo dedicó por completo a patalear cuando algo no le parecía, a llorar cuando era incomprendida y a jugar con los primeros juguetes que le llegaron de regalo, los probó todos aunque eran apenas dos, y heredados de sus hermanas mayores. 
El día martes decidió darle vida a una de sus  muñecas de trapo, la sacó a pasear al patio, jugó con ella al sol haciéndola bailar como bailarina de ballet. Esa misma tarde esperó a que llegara su padre y jugó con él y sus hermanas a las escondidas. Como siempre se escondió detrás de la ventana, y su padre haciéndose el desentendido la pillaba sin que ella se diera cuenta, ella era la favorita.
Al otro día, no tuvo más opción que dedicarse a las labores domésticas, debía barrer, planchar, y cocinar. Cuando terminó aquello su padre le insistía en que debía cocer, tejer o bordar. Labores que no le eran del todo amigables y que muchas veces discutió con él, sin embargo la insistencia era intransigente. Él quería hacer de ella la mejor mujer, porque la tuvo en sus manos cuando nació y la vio pequeña como floreció, sabiendo que tendría una corta vida. 
El jueves salió a bailar con su vestido más bello y conoció a un hombre casi veinte años mayor que ella que la quiso mucho, desde que la vio por vez primera. El hombre la tomó de la mano y frente a toda la familia le pidió casarse con el. Así fue como pasó de ser soltera a ser casada teniendo apenas cuatro días de vida.
El día viernes, habiendo amado al único esposo que tuviere durante su vida, dió a luz a sus hijos, les puso zapatos, vestidos a ellas, sombrero a él y los acompañó al colegio y luego a la universidad. Para ese entonces su esposo ya no la acompañaba, pues falleció ese mismo día.
El sábado era su día favorito y lo aprovechó de sol a sol, lo tenía dedicado a sus nietos y nietas: los llevó de paseo, les regaló dulces, les tejió chalecos e incluso les enseñó algunos pasos de ballet que hasta pudo mostrarle a sus bis nietos. Esa tarde les hizo papas rellenas tal como se los hubiere prometido ese mismo día, celebró con hermosos regalos los cumpleaños de cada uno y les contó sus cuentos favoritos antes de dormirse.
El día domingo era el día de la misa, habiendo ya pasado toda la semana y habiendo vivido tantos momentos felices, se vistió para la ocasión: se puso el sombrero, su vestido favorito, se maquilló suave sus mejillas, tomó el rosario entre sus manitos temblorosas y se acostó en torno a las velas, rodeada por toda su familia, en la capilla de la iglesia. 

Ese fue su último día de vida, después de una semana larga.
Que había durado casi casi noventa años.

A mi abuelita, con amor.

Constanza Cerda


domingo, 4 de mayo de 2014

Despegar

Y así fue como me cupo toda mi vida en dos mochilas, 
y todas mis ilusiones en el corazón.
Empecé a pincelar la acuarela de mi propio destino, 
empapada en emoción.

No sentí el peso del equipaje, sólo sentía mis latidos y con ellos
los de quien me acompañaba en  la aventura, 
era fuerza pura, era el título de una aun no escrita canción.


Constanza Cerda Gosselin

lunes, 23 de diciembre de 2013

Tristeza

Preocúpate.
Cuando las lágrimas te lleguen hasta el ombligo.

Constanza Cerda Gosselin

jueves, 28 de noviembre de 2013

Ver para creer

Y nos íbamos juntos al cielo, 
y cuando llegábamos yo te decía: Viste que Dios existe
y tu me mirabas a los ojos y asentías sonriéndome
como si te hubiera dado el regalo mas hermoso.
como si te hubiera llevado al cielo.

Constanza Cerda Gosselin

martes, 12 de noviembre de 2013

Andar con tacos

Y mientras todas lo hacen para lucir más delgadas, más finas y que sé yo qué más...

Yo, lo hago como excusa para estar unos centímetros más cerca de tus labios.

Constanza Cerda Gosselin

jueves, 7 de noviembre de 2013

Identidad


Si cuando quisieron imponeros un estilo de vida ajeno al nuestro hubiéramos sido un país un poco más testarudo, hoy seríamos mucho más auténticos.

Constanza Cerda Gosselin

martes, 29 de octubre de 2013

Libre mercado

El éxito del libre mercado se debe a aquellas personas que insisten en comprar felicidad, cuando en realidad ésta es gratis, y se encuentra a la vuelta de la esquina: en un amigo, en un familiar, en un amor, o simplemente, en la vida misma.

Constanza Cerda Gosselin

jueves, 24 de octubre de 2013

Para valientes

Tener miedo a equivocarse, es tener miedo a aprender.
Tener miedo a aprender, es tener miedo a crecer.
Por eso, crecer es solo para valientes.

Constanza Cerda Gosselin

martes, 15 de octubre de 2013

Arcoiris


El negro no siempre es elegante, 
ni el rojo siempre prostituto
El rosado no siempre es infantil, 
ni el blanco siempre puro.
Ni el celeste masculino, 
ni el gris un deprimido,
ni el beige un híbrido
ni el azul patriótico
ni el ocre un desconocido.

Los colores son como las personas, 
no siempre son lo que parecen.

Constanza Cerda Gosselin.

sábado, 28 de septiembre de 2013

Isla Tenglo

Tenglo Tenglo Tenglo
Tu no tienes nada
Tenglo 3 ovejas
en una cabaña


Constanza Cerda Gosselin

domingo, 22 de septiembre de 2013

1 de 3 y cargando


El montañista solo puede decir que ha alcanzado una cumbre,
cuando ha vuelto a abrazar a su mujer; 
y podrá alardear de sus aventuras y desventuras, 
cuando luego del regreso, la haya hecho nuevamente suya.

El arquitecto solo podrá decir que ha terminado su obra
cuando vea en ella disfrutando a las personas
y podrá alardear de sus conceptos y formas
cuando oiga que nadie le reclama.

El hombre solo podrá decir que es hombre
cuando los hijos de sus hijos aprendan de el 
lo que es bueno, lo que es malo
y podrá alardear de su vida y de sus viajes
cuando sepa que quien lo escucha lo conoce
y sabe perfectamente como es.



Constanza Cerda 

viernes, 20 de septiembre de 2013

Un momento de silencio, por la pérdida de talentos.


Tocaba y retocaba la misma canción, 
al primer tono desentonado 
tocaba y retocaba la misma canción

Era de esas que recordaban la infancia, 
que sacaban a flote algo de emoción
y que algún día supimos tocar

Pero su madre , su mala madre 
le obligó a enmudecer su talento
en un acto de forzada sumisión

Le ordeno que le entregara el instrumento
que según ella al resto molestaba
y que a  mi no me molesto en ningún momento

el desenlace no necesitaba traducción
la madre guardo el instrumento
y a la niña le entregó un i phone

Me baje de la micro

La niña tocaba y retocaba su i phone

La micro partió en silencio.




Constanza Cerda Gosselin







lunes, 5 de agosto de 2013

La niña de Vespucio con Bilbao

Cuando yo aun jugaba a las escondidas te conocí.
Tú, un par de años menor que yo, comenzabas a palpar la crudeza de la calle.
Era el tiempo de las micros amarillas y cada tarde, de vuelta del colegio, te veía en la misma esquina.
Aquella que fuiste haciendo tuya poco a poco.
Inviernos, otoños, primaveras y veranos pasaron, dejé el colegio para entrar a la universidad y ya sentía que te conocía, aunque seguía pensando que ese no era tu lugar, a pesar de tu insistencia en hacerlo tuyo.
Te desenvolvías en él con total naturalidad, eras parte del paisaje e inevitable punto de detención de mi mirada, que tras la ventana de la micro, iba detectando cómo el rostro se te hacia más moreno, cómo comenzaban a surcarte las arrugas a tan temprana edad.
Pasaron los años ... nunca jugaste a las escondidas, no fuiste al colegio, ni mucho menos a la universidad, pero ahí estabas:
Morena, delgada, el pelo tomado, de brazos largos y piel agrietada por el sol, siempre sonriente al minuto de acercarte a golpetear la ventanilla de algún auto para que te dieran una moneda, sin quererlo le dabas algo de inocencia a esa esquina frenética, en la cual probablemente nadie más reparaba, pero para mi, no eras solo parte de mi camino, sino alguien que sin quererlo me hiso admirar su fuerza luchadora, su constancia, y sus ganas de salir adelante.
El día en que dejes esa esquina, probablemente sea el día en que hayas encontrado un mejor pasar, sin embargo, para mi  esa esquina no sería lo mismo sin ti.


Constanza Cerda Gosselin

miércoles, 11 de julio de 2012

Realidad imaginaria


Es como un laberinto que nunca acaba, y ninguna esquina es igual a la anterior, nunca ocurre lo mismo, son instantes de segundos que pasan y por mas que nos enamoremos de ellos, hay que dejarlos atras, sin embargo, basta mirar hacia otro lado para encontrar otra imagen igualmente encantadora, y volvernos a enamorar.

Detras de esa pequeña rendija hay un mundo infinito en el cual sumergirse , de colores que pasan del impresionismo al decontructuvismo, de geometrias puramente cubistas. 

La forma se rompe y se reconstruye a la vez, la luz se transforma en flor, el triangulo en esfera, lo oscuro en cielo , lo claro, en eternidad. 

El baile es acompasado al ritmo del observador , adelante, atràs, un giro, y luego adelante de nuevo, las formas se hacen incapturables y se desvanecen en el espacio a la vez en que otras nuevas surgen y hacen las imagenes cada vez deseseperadamente  mas bellas, mas inalcanzables. 

Volver al estado inicial , alejando la magia de la mirada, es casi imposible sin que algun retazo de colores o formas quede en la retina dando vueltas por al menos un momento.

Me pregunto entonces cual es mi realidad, còmo saber si al mirar a traves de un kaleidoscopio observo una realidad, o un imaginario?


Constanza Cerda Gosselin

lunes, 25 de junio de 2012

Tristes declaraciones

Pocas cosas se comparan a lo que se siente llorar en un espacio publico, estando sola.
Es triste porque uno tiene pena, pero es mas triste aún, porque uno ruega que alguien le regale un abrazo desinteresado.
Pero no, las gentes caminan de una lado a otro, inclusive te miran, pero nadie tiene la humanidad de hacer el gesto mas simple de cariño con alguien, solo por no conocerlo.
Y realmente no entiendo porqué, si al fin de cuentas, en algun momento tambien sus seres queridos les fueron desconocidos.

miércoles, 20 de junio de 2012

//

Aún pienso en las realidades paralelas de las que me hablaste, 
y no creo en ellas.
Si asi fuera, no te amaría, 
te amo pues, precisamente, 
porque siento que tu realidad 
habita la mía.

10 dic 2011


Constanza Cerda Gosselin

domingo, 17 de junio de 2012

Mal (l)

Estas conmigo pero no te veo, hay tantas caras que no reconozco la tuya entre las multitudes,
y tu mano, apenas puede entrar en contacto con la mia, las gentes nos separan irremediablemente a cada paso, y a cada paso, tambien, nuestros brazos cargan mas y mas peso, resultado de una fuerza intangible que nos obliga a llenar nuestros cuerpos de un vacío sin sentido, y lo que es peor aún, a cambio de dinero, de nuestro dinero.No sabemos a donde vamos, ya ni siquiera se si voy contigo, con el, con ella, o con ellos, que no conozco, pero me llevan, no se donde, ni porqué, ni quiero saberlo. Se ven felices, y yo, como todos ellos, busco eso, felicidad :  eternamente, en círculos, en lo inexistente.

sábado, 31 de marzo de 2012

Agradecimiento anonimo a quienes cuidan mi ciudad

Si no existieran aquellos amantes de la ciudad
aquellos que despiertan al sol para que amanezca
y amanecen barriendo las venas de la urbe,
si no existieran,
tendríamos las colillas de cigarros hasta los tobillos,
hasta la cintura,
hasta el cuello,
si no existieran,
no seriamos mas que mugre.

Constanza Cerda Gosselin

viernes, 18 de noviembre de 2011

De felinos y voladores.


Me gusta la sencillez de los gatos,
que pueden pasar horas divirtiéndose con una mosca.


Constanza Cerda Gosselin.

Tactos inesperados


Estoy segura que hoy en la micro alguien tomó mi mano,
pero cuando volteé a mirar quien era,
solo vi un joven medio dormido,
que podría haber sido cualquiera.



Constanza Cerda Gosselin.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

De pérdidas y ganancias

"Y qué ganas con cruzar el semáforo en rojo,
más que entorpecer el ritmo propio de tu ciudad?"


Constanza cerda Gosselin

De ficciones a realidades, hay unos cuantos años

Habitamos en "Un mundo feliz",
¿Cómo se hacía Aldous, para escapar de el?


Constanza Cerda Gosselin

Morir de amor


Lo bueno de no saber cuando vas a morir,
es que tampoco se cuando voy a morir yo.




Constanza Cerda Gosselin

Metro cuadrado

"Quiero ver mi país"
Le dijo un niño a su madre, cuando ella, apartándolo,
no oía las razones del deseo impetuoso de su hijo
de mirar por las ventanas del metro.


Constanza Cerda Gosselin

viernes, 3 de junio de 2011

Mi frente de guerra

Existe en mi una dicotomía subversiva:

una mente pensativa sorprendentemente estructurada
y del otro frente
un torrente infinito de pasiones desbocadas al mínimo contacto.
Ambas intentan, quizas con pocos resultados,
coexistir la una con la otra, buscando en ello la armonía,
sin embargo,
siempre hay una que se asoma por sobre la otra,
y es la pasión

la eterna pasión por la vida.


Constanza Cerda Gosselin

sábado, 30 de abril de 2011

Mis delirios de ciudad sin arreglos ...


Ciudad:
Entrar y sumergirse en la corriente acelerada de las masas.
Caminar evitando las junturas de los pastelones de las veredas, pateando las piedrecillas del camino, ignorando las basuras revueltas...
En verano, buscar las veredas con sombra, en invierno refugiarse bajo aleros, esconderse del viento tras las esquinas o quizás bajo un abrazo tibio, en noches de primavera el olor intenso de las flores , en días de otoño, el de las hojas húmedas bajo los pies...
Soportar las gentes ignorantes enceguecidas en si mismas, saberse inexistente para ellos.
Generar contacto de instantes con quienes se abren a ello, un intercambio de sonrisas, un saludo amable.
Seguir el ritmo que la ciudad le otorga al andar, un semáforo en rojo, un desnivel en el suelo , las masas de gente en sentido contrario, algo que llame la atención.

No conocer a nadie en el trayecto, perderse mirando el paisaje hormigonado con pequeños destellos verdosos que se van diluyendo con el tiempo.

Ciudad, inquieta y acelerada, de gentes que se ignoran, de gentes dormidas en su vació interior.
Ciudad seca, de suelos ardientes por el sol, de pies que patean las basuras del camino, de espacios abiertos rebosantes de gentes, de espacios cerrados, oscuros y solitarios.
Ciudad ruidosa y molesta, que no deja dormir en las noches , que grita sinsentidos, que alberga los gritos de todas las gentes , tantos que ninguno logro descifrar, aveces el canto de alguna pequeña ave me despega del cemento, imito su cantar como queriendo que me escuche, obviamente no lo hace, pero al menos quizás valore que alguien intente sus palabras descifrar.


Constanza Cerda Gosselin

martes, 26 de abril de 2011

Un instante surreal

Aveces la realidad se superpone con el delirio de la locura.
Entonces me es difícil aferrarme a lo terrenal
Entonces, surreal, trepas decidido por entre mis piernas
como queriendo a toda costa hundirme en tu locura intransigente.
Se eriza la piel
Se aliviana el cuerpo
Se pierde distinción entre imaginerías concretas
y realidades desvanecentes.
Se cierran los ojos
Se detiene lento mi latido
el momento se esfuma
y desaparece,
intenso como llegó,

en un suspiro.


Constanza Cerda Gosselin

lunes, 24 de enero de 2011

Alguna vez...Fingir.

Fingir que estas contento de ver a esa tía que ves una vez cada diez años, esa que te agarra fuerte de la mejilla y te dice que te conoce desde que naciste, que te cambiaba los pañales.

Fingir que eres cordial cediéndole el asiento a una anciana en la micro, cuando estas con alguien que te interesa impresionar.

Fingir que no viste a la anciana, para no tener que cederle el asiento, cuando estas solo.

Fingir que la comida que acabas de tragar es la más rica que has probado. En el fondo, el cariño no la hace más buena, hace que no puedas decir la verdad respecto a lo mala que es.

Fingir que escuchas interesadamente a alguien, mientras piensas en la inmortalidad del cangrejo, de tu cangrejo favorito, ese que justo aparece en tu memoria cuando las personas comienzan a aburrirte.

Fingir que el regalo que te dieron te gustó inmensamente. Ese típico que no sabes donde poner y preferirías botar a la basura, y que, sin embargo, aun conservas.

Fingir que no te interesa la política cuando te encuentras con alguien que habla en contra de tus pensamientos, para no llevarle la contra y no empezar a discutir.

Tomar el diario (al revés) y fingir que sabes leer. A los 4 años.

Fingir que te acuerdas de lo que acabas de hacer. A los 80 y tantos.

Mirar a todos lados para asegurarte que no hubo testigos de tu tropiezo ridículo, retomar el paso: fingir que ese tropiezo nunca existió.

Fingir que te gusta lo que a otros les gusta, solo para dar buena impresión, caer bien.(bien bajo)

Que el corte que rebanó parte de tu dedo no te duele nada, para no asustar a tu hermano chico.

Fingirte osado solo para sorprender (quizás inútilmente) a la persona de tus sueños.

Fingir sorpresa cuando te han contado algo que ya sabias.

Pasar gratis, fingir que pagaste.

Fingir que no estas perdido, cuando no tienes la puta idea de donde estas parado.

Evitar la mirada, voltear, acelerar el paso, cruzar a la otra cuadra: fingir que no viste a un conocido.

Fingir que no ha pasado nada, cuando ha pasado de todo.

Y mi favorita: Fingir que te sabes la letra de esa canción que tanto has escuchado y que aun no logras descifrar.



Constanza Cerda Gosselin.

martes, 18 de enero de 2011

Un cuento para antes de dormir, para después de despertar.

Ordenando mis recuerdos te encontré. En realidad, y como suele sucederme, buscaba otra cosa, Pero apareciste tu, tal cual como te había dejado no sé cuantos años atrás. Quizás te acompañaba algo más de polvo, pero casi ni lo noté. Por un momento quise saber si algún día, ordenando tus recuerdos me hubieras recordado como yo a ti. Pero no, ordenar era una de las tantas cosas que yo hacia con sonrisa, y tu, con desprecio. Me imagine enterrada bajo mil telarañas en alguno de tus cajones, Y no me sorprendió, cuando años después, hurgueteando tus cosas, encontré mi fotografía desteñida por el tiempo, carcomida por la soledad. Nunca te pregunte por qué me tenías tan descuidada siendo que yo a ti te guardaba con tanto cariño, no te pregunté, porque precisamente cuando voltie mi fotografía leí lo siguiente:

“los seres mas amados han de guardarse en los cajones menos trajinados, por eso es que te guardo aquí, para que puedas vivir tranquilamente, sin perturbaciones y en paz. Así no escucharas mis lamentos cada noche , en los que mas de un llanto se me escapa al sentirme en soledad, así, no veras que cada noche me dormía abrazando la almohada imaginando que eras tu, abrazándome a mi, así, no escucharías mi corazón latir a cada instante, por ti...”

Ese mismo día, tomé su fotografía, bien cuidada, y la puse en el sótano de mi casa, para que así, nunca mas escuchara mis oraciones en las que rogaba que algún día, quizás por acto divino, se volviese a enamorar de mi.

Desperté contigo a mi lado, tarde o temprano volveríamos a estar juntos, lástima que fuese tanto tiempo después, ya viejos, en otra tierra.


Constanza Cerda Gosselin

viernes, 14 de enero de 2011

Un soplo egocentrico

Soy porfiada por naturaleza, llevada de mis ideas y criticona

Tengo la mala costumbre de dejar mis cosas repartidas sin orden aparente y de irritarme si las cambian de lugar

No me destaco precisamente por encontrar lo que me piden que busque, nunca encuentro nada. Es por eso que siento que las cosas no hay que buscarlas, llegan solas y en el momento preciso.

No me gusta tomar desayuno, ni comer postre, y tampoco comer entremedio de las comidas importantes

Amo escuchar música e intentar aprenderme las canciones, no tengo filtro alguno para la buena o mala música, escucho de todo lo que me ha hecho receptora de más de alguna broma

En la mañana me lavo los dientes en la ducha, no se si es bueno o malo pero lo hago y me gusta

Pocas cosas superan mi placer de caminar en la noche, es allí donde pierdo la razón y mi mente disvaría sin limite alguno, todo se vuelve surreal.

Me gusta caminar, me bajo antes de la micro para hacerlo y disfrutar del camino a pie, tengo mis veredas favoritas, aquellas donde llega sombra, hay arboles, la gente no me hace sentir ahogada y siento que tengo un espacio para mi, dentro de mi inmensa ciudad

Creo en Dios como creador de todo el universo existente que nos rodea, creo en el como un ejemplo de valores humanos y dignos a seguir. No le pido nada, solo le doy gracias por lo que tengo, lo que no tengo, lo que soy y seré.

Soy de las que dicen que no les gusta la política y sin embargo no puedo evitar hablar de ella, provoca una controversia que evidencia los pocos y malos argumentos con que la gente intenta defender lo que piensa. Hablar de política es recalcar su superficialidad, inconsciencia e intolerancia

No creo en la igualdad, sí en la justicia y el bien común, en la libertad no se, es mas compleja, pero quisiera pensar que sí existe

Soy una convencida de que las sonrisas te cambian la vida, provocan una reacción inmediata en lo mas profundo que conecta directamente el alma de dos personas, me hacen alucinar

No me gusta el chocolate ni tomo bebida desde hace cuatro años, nunca fui buena con los números y tengo una memoria tan frágil que a veces no recuerdo quien soy ni como me llamo, finjo saberlo, mis manos siempre rayadas con recordatorios lo evidencian

He aprendido que a veces el computador es buena compañía, que los abre-fácil nunca son tan fáciles y que la familia es lo único que tenemos que aceptar tal como es y amar incondicionalmente

Admiro a quienes han luchado por la paz, a quienes son capaces de darlo todo por sus amigos, incluso la vida

Le temo inmensamente a la soledad de espíritu

Respeto profundamente a la naturaleza, desde el insecto más pequeño hasta la furia de las olas del mar, aborrezco a quienes dañan mi madre tierra

A pesar de mi mala memoria hay cosas que nunca olvido, son esos detalles que te marcan de por vida y que en el fondo te hacen ser lo que eres

Uso la ropa hasta que está tan rota que no se puede ni arreglar, lo mismo con los zapatos, las cosas hay que aprovecharlas al máximo

Hace algunos años que deje atrás una manera poco correcta de reaccionar: impulsivamente, no es que ahora no lo sea, es que trato de no serlo, no ayuda y a veces es hiriente

Tengo fantasías varias, que pocas personas saben, y que estoy segura que podre hacer realidad

Creo en el poder de las masas humanas como un poder existente y real, y con el cual se han gestado las mayores revoluciones de la historia, sin embargo, aun no encuentro una persona que sea capaz de liderar a las masas sin entrometer sus ansias de poder y de manipulación en el medio

Siento una debilidad declarada ante quienes saben mucho y lo enseñan apasionadamente, ante aquellas personas que logran captar momentos con pocos trazos en un papel, y ante esas personas que buscan en la vida lo que nadie busca y que, convencidos de ello, son inmensamente felices

Me alejo de los doble estándares, de los mentirosos, de los falsos, no así de los feos, diferentes, discapacitados o huraños

Adoro inmensamente el calor del sol directo sobre la piel, tanto así que podría pasar tardes enteras con los ojos cerrados solo sintiéndolo

Me he autoconvencido de que el valor de las ciudades esta en la ocupacion de su espacio publico, es este el que refleja directamente la forma de vivir de las personas , una extrapolacion de su esencia como cultura y sociedad.

Soy patriota los 12 meses del año, no creo en el subdesarrollo, y siento que avanzamos, de apoco.

Estoy convencida de que las personas no cambian, no podemos pretender cambiarlas al gusto de uno, eso solo evidencia el egoísmo de querer que las cosas salgan a nuestro modo

Que un desconocido te dedique una sonrisa o una mirada sincera, es invaluable.

Cada persona es un universo infinito de conocer , es allí cuando comenzamos a comprender que las palabras sobran, en el fondo , nada de lo que uno predica de uno mismo es valido si no se ve reflejado en los actos que llevamos a cabo a diario...

Aveces un poco de egocentrismo es bueno, para darnos cuenta que somos nada especial : simples mortales, ni mas, ni menos.



Constanza Cerda Gosselin.

martes, 4 de enero de 2011

Yo y mi otro yo.


Me siento odiada , rechazada y no querida por unos,
amada profunda y sinceramente por otros ;

los unos se sienten odiados por mi, a pesar de que los ame,
lo otros se sienten amados por mi, sin dimensionar la fuerza y la pasión que realmente siento por ellos

el odio y el amor no me son compatibles

Afortunadamente.



Constanza Cerda G.

jueves, 9 de diciembre de 2010

No mas ignorantes

Miro a la gente a los ojos
porque las personas NO son invisibles,

EXISTEN

ignorar a las personas es ignorar la propia existencia.


Constanza Cerda Gosselin.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Más allá de lo natural

Todos necesitamos en algún momento algo sobrenatural
porque a todos, en algún momento,
nos ha destrozado el alma contemplar la idiotez humana,
y peor aun,
ser parte de ella.


Constanza Cerda Gosselin.

martes, 9 de noviembre de 2010

(Des) igualdad

La gente no quiere igualdad.
Solo quiere ser mejor que quien tiene al lado.


Constanza Cerda G.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Escuché que soñar no costaba nada, quise intentarlo.

Quiero un lugar para mi
Un lugar donde detenga mi caminar descalzo sobre el pasto húmedo, para no distraer a los zorzales que intenten escuchar a las lombrices subterráneas
Un lugar donde cada noche mi guardián se encargue de apagar todas las luces de la ciudad, y me permita contemplar la luna y sus astros en toda su magnitud por tiempos infinitos, hasta que pasen los segundos, los minutos y las horas y la eternidad de las estrellas nos haga parte de ellas, nos abracen en una noche sobrecogedora, frágil : encantadora.

Quisiera tan solo perderme en un lugar desconocido que no acabe nunca de recorrer y que me permita soñar con fantasías tan intangibles, que solo allí se puedan hacer realidad.

Si tan solo supiera donde comenzar a buscarlo ...



Constanza Cerda Gosselin

miércoles, 13 de octubre de 2010

Entonces yo te pregunto:

Qué debiese carcomer más nuestra frágil conciencia?

La evasión a la justicia, o por el contrario,
la evasión a la injusticia?



Constanza Cerda Gosselin.

martes, 12 de octubre de 2010

En los cajones mas ocultos del alma

Cuando interrumpiste mis palabras para decirme con lagrimas en los ojos que yo era una luz en la vida de las personas y que los problemas lejos de hundirme me hacían brillar aun mas , fueron mis lagrimas las que no dudaron en dejarse caer emocionadas: incrédulas, mis brazos los que no dudaron en abrazarte , mi mente la que no dudo en recordar los momentos vividos y mi corazón el que no dudó en sentir que eras un ser leguas mas autentico que yo , y que en el fondo, te admiraba por tener el valor de decir aquellas cosas que yo guardo en los cajones mas ocultos del alma.




Constanza Cerda Gosselin

domingo, 10 de octubre de 2010

Magia : Vida



Cuando un día cualquiera, decidimos elegir un camino diferente sin razones aparentes,
nos damos cuenta que hay un algo esperando por nosotros, un regalo de la vida: aveces un instante que captamos ligeramente o un destello que espera el momento exacto para robarnos una sonrisa,
y acelerarnos un poquito el corazón
y hacernos sentir nuevamente en paz,

nuevamente vivos.




Constanza Cerda Gosselin

martes, 5 de octubre de 2010

Miedos.


Le temo a las masas tanto como a la soledad
Aunque en ciertos momentos, ambas se convierten en mi refugio


(Cuando mis palabras se las lleva el viento).





Constanza Cerda Gosselin

sábado, 18 de septiembre de 2010

Culpable,No arrepentida.

Me declaro culpable de prestarle demasiada atención a los detalles insignificantes de la vida, a aquellos que te hacen sonreír sin razones aparentes
Culpable de luchar por ideales propios que muchas veces no dicen relación con convencionalismos , y de intentar erróneamente de convencer a otros que piensen como yo
Culpable de ignorar problemas importantes que aquejan nuestras sociedades, por el terror de caer en la locura absoluta
Culpable de sentenciar actos que me parecieron injustos, indignos o inconsecuentes , sabiendo que haciéndolo no conseguiría cambiar nada
Culpable de haber cortado decenas de flores en el camino solo por el placer de ver la sonrisa de quien ha de recibirla
Culpable de haber sufrido grandes desilusiones y fingir que fueron tan pequeñas que nunca las recordaría
Culpable de querer darlo todo por alguien, incluso lo que nunca tuve y lo que nunca tendré, apelando a esa necesidad imperante de demostrar cuánto se puede llegar a querer
Culpable de compartir miradas cómplices con desconocidos, alegrías infinitas con quienes amo e instantes perfectos bajo la mirada celosa de la luna

Culpable de haber creído alguna vez en un mundo de gratitud y felicidad, cegada por la magia de la niñez

Y, mas culpable aun, de creer en un mundo futuro , grato y feliz, cegada por la esperanza inagotable de la juventud.



Constanza Cerda Gosselin

lunes, 6 de septiembre de 2010

Sin ti, vivo mejor.

No te atrevas a tocarme, inconsciencia, con tus manos frías.

Te has dedicado a seducir al mundo con tu sonrisa indiferente
tu mirada oscura, y tus caricias vacías.

He visto caer a mi gente en tus redes, como una peste contagiosa.

No pretendas que ignore lo que ven mis ojos, lo que tocan mis manos
lo que siente mi corazón.

Sin ti, vivo mejor.



Constanza Cerda Gosselin

lunes, 28 de junio de 2010

Cosas de Fe

De un tiempo a esta parte, pensamientos fugaces han desviado sus caminos y se han infiltrado en uno que otro rincón de mi mente.
Me han hablado al oído, y han osado poner en duda mis creencias.
No se trata de poner de cabeza aquello que creía cierto , se trata, quizás, de hacerme ver aquello que yacía medio escondido, bajo un susurro latente.
Hay cosas en las que creemos ciegamente, sabemos que existen a pesar de no tener el placer de contemplarlas o acariciarlas; como los poderes sobrenaturales de un Dios o la veracidad de un milagro.
Sin embargo, me veía ayer con la batalla entre mis manos, entre la fe y lo tangible, y cuando mi Fe caía derrotada , el susurro se convirtió en palabras, luego en gritos, haciéndose cada vez mas real ...
Osados los pensamientos que se entrometen en guerras ajenas, pero sin ellos no nos daríamos cuenta de que lo que creíamos muerto, recién comenzaba a nacer...



Constanza Cerda Gosselin

jueves, 24 de junio de 2010

Somos animales jugando a ser humanos...

...jugando a ser seres conscientes, cuando en realidad no tenemos idea de donde venimos y a donde vamos
jugando a ser seres pensantes, que , si lo fuéramos, no pensaríamos solo en nosotros mismos sino que también en los demás
jugando a ser racionales, cuando cada vez reaccionamos mas brutalmente a lo que nos rodea
jugando a ser creativos, inteligentes, visionarios... creando maquinas de destrucción, estudiando forzados por un sistema, imaginando un futuro en que la felicidad es virtual

jugando a amar... cuando ni siquiera nos atrevemos a amar a la naturaleza que nos vio nacer


echemosle una mirada a nuestros inicios y a las huellas que dejamos en cada paso que damos...como supuesta humanidad.




Constanza Cerda Gosselin

sábado, 15 de mayo de 2010

Fuerza

Fuerza para amar sin esperar ser amado
Fuerza para soñar, y hacer algo por cumplir los sueños
Fuerza para caminar, día a día en medio de basura y no transformarse en parte de ella
Fuerza para ver la miseria del mundo , para soportar que nadie se inmute y para que esa angustia se transforme en ayuda
Fuerza para estar con quienes necesitan apoyo y nadie mas que tu se los da
Fuerza para, muchas veces, verse en medio de la nada y tener el coraje de no caer, de mantenerse en pie
Fuerza para salir adelante una vez que te has dado cuenta que tu vida es tuya y que nadie mas la vivirá por ti
Fuerza para darle la mano al miserable a pesar de que sepas que al dejarlo seguirá siendo miserable
Fuerza para sonreír aunque no lo sientas solo por darle alegría a alguien que la necesite
Fuerza para caminar hacia un futuro incierto al que se esta obligado a llegar
Fuerza para llorar cuando se siente la derrota sobre los hombros , y para dejar de llorar y dejar la derrota en el pasado
Fuerza para hacer lo que te gusta cuando nadie mas comprende tus pasiones
Fuerza para decir lo que piensas, tal cual y sin adornos, cuando sabes que tus ideas son diferentes a las de los demás
Fuerza para abrir los ojos cada mañana, para comenzar el nuevo día sin perturbaciones
Fuerza para cerrar los ojos cada anochecer, y dormir sin remordimientos ni frustraciones del día
Fuerza para aceptar la dificultad de ciertas metas y hacer hasta lo imposible por alcanzarlas
Fuerza para aceptar que nada es imposible, y que si no logras algo que quieres es porque no has hecho lo suficiente
Fuerza para vivir luchando por tus ideales , por la justicia, el bien común y la paz
Fuerza para aprovechar cada momento , y para nunca olvidar que cada uno crea su propia realidad.


Por Constanza Cerda G. - del 23 de septiembre del 2007 -

domingo, 9 de mayo de 2010

Al viento de otoño, frío y fugaz.


Me regalaste una mirada, y a cambio, te ofrecí una sonrisa
ya entre tímidas risas hablamos un poco
me diste la mano, tocaste mis cabellos
me sentí tuya

y lo fui.



Por Constanza Cerda G.

miércoles, 5 de agosto de 2009

Mi obsesión

Totalmente inevitable
esta conmigo
quizás desde siempre

no lo se

Miro las multitudes y las particularidades, siento , medito, brota de mi pensamiento inquieto eso que han llamado el correr de la conciencia , tan cual, corre y corre y nadie la para, es que cada vez que veo alguien, algo, algunos varios, algunos pocos, se apodera de mi esta obsesion algo maníaca de analisarlo todo.
Ya una persona no es sólo eso, no es lo que todos ven, es algo totalemente ajeno a lo superfluo a lo atemporal, se aparece frente a mi como un ser digno de ser conocido, entendido, analizado:
Una señora le grita a una niña: será su hija?, porque le grita?, no deberia gritale, o quizas si, porque se habran enojado?,y porque usa esa ropa?, le gustara o la usa porque no tiene otra?, o porque el marido se lo dice?, tendra marido? será feliz?, vendra del trabajo? trabaja? no veo bolsos ni maletines , quizas es cesante, estara buscando trabaj0? y si fuera asi, podria yo ayudarla? se enojara? que hará si le hablo? me mirarán las otras personas? me mirará siquiera ella? ...........................................................................................................
Nada puede detener el correr de mi conciencia, excepto otro hecho, otra persona que ha de llamar mi atencion, pero el circulo es infinito, infinitas son las preguntas, e infinitas las respuestas, algunas las he escuchado, otras ni siquiera las he preguntado...
es que de pronto se me hace irresistible hablar con alguien desconocido, ver las reacciones, su mirar inquieto, la sonrisa obligada, la curiosidad que brota de sus poros, la sensacion de querer irse, de querer quedarse. TODO.

Sus historias, su caminar, su respirar, su existir
quiero saberlo TODO.



Constanza Cerda G.

jueves, 14 de mayo de 2009

Sentires de hace un año


Primer año de arquitectura
Suena a poesías, a plumas y papeles , ¿amargura?
No.
Sabe a placeres indescriptibles, a amores y desamores.
me hunde a medianoche en mil locuras
me tortura.
Huele a árbol nuevo, a sol naciente , a secretos escondidos en rincones
¿en rincones?
No.
A secretos a la vuelta de la esquina, en cada libro,
en cada mirada, en la subjetividad de lo incomprensiblemente bello
en la doctrina.
Por Constanza cerda Gosselin

lunes, 27 de abril de 2009

11 de septiembre con Pedro de Valdivia

Un semáforo en rojo, 40 personas ciegas esperando cruzar y tú,
esperando que renazca su mirada
Tú que dices ser ciego por tener tus ojos de cielo apagado,
de cielo nublado
y yo que miro otros cuarenta ciegos
de ojos de colores variados
Tú, quieto en tu inmensidad, en tu infinito,
cobijado por notas musicales que salen de tu sentir
y el resto, luchando por un poco de espacio,
ahogados en un mar de oscuridad
haciendo lo que para ellos, es el vivir
Inocente eres, persistente talvez
o quizás es que no tienes nada más que hacer
asi y todo te posas cual estatua de aire en medio de la multitud
te dejas ignorar por la ceguera colectiva
intentando talvez, que alguna nota de tu música llegue al corazón de alguno,
y despierte su mirar

y caiga una moneda desnuda
que a tu alma de ave musical logre saciar.



Por Constanza cerda Gosselin.

sábado, 25 de abril de 2009

Luces

En rojo
aprovecha el ciclista de tomar agua y descansar
aprovecha el conductor de cambiar la radio del auto
aprovecha la joven de perder la vista en el infinito
aprovecha el "lanza" de actuar
aprovecha el viejo de revisar si no se le ha quedado nada
aprovecha un joven de hacer un truco, de sacar sonrisas y monedas
aprovecha el mendigo de pedir limosna


En verde
aprovechan un par de viejos amigos de encontrarse
aprovecha un niño de alcanzar la micro
aprovecha una hoja de otoño caer sobre un hombro desinteresado
aprovecha la moto de adelantar los autos
aprovecha una pareja de darse la mano, de sentir el silencio

aprovecha el hombre de evadir la mano del mendigo
de irritarse por la cercanía de la moto
de no prestar atención a los trucos del joven, para no tener que darle dinero
de no avisar al viejo que el lanza le ha robado
de evitar observar la pareja de mujeres darse la mano
de reirse del tropiezo del niño con la rueda de la bicicleta
de no escuchar la radio ni de conmoverse por el llanto de los amigos reencontrados

Mientras una hoja seca aprovechaba de entrar por la ventana del auto y dormirse en su hombro

Mientras yo me dedicaba, a observar mi mundo.



Por Constanza Cerda G.